En la edición de “El Litoral” del 23 de julio pasado salió un articulo con declaraciones del Presidente Comunal de nuestra localidad, Juan Manuel Caudana, donde hace referencia a la “gran cantidad”, a su decir, de obras que esta realizando en Santa Clara.
En dicha nota el Jefe Comunal declara “que se ha llegado a concretar en un 70% la obra de agua potable”. Analicemos este punto: ¿ejecución de un 70%? ¿De agua potable? FE DE ERRATAS: en realidad lo que quizás quiso decir es de “agua clorada” NO APTA PARA EL CONSUMO HUMANO.
Entre los anuncios de obras, remarcó la ejecución de un “plan de forestación para el pueblo”, idea a la cual se saluda y apoya; sin embargo esta situación hace inevitable recordar el funesto hecho de la tala de los “viejos e históricos eucaliptos”, y otros árboles de antaño, ejecutada por la administración local tanto en terrenos públicos como privados, con el fin de quien sabe qué.
Por último, un tema que se menciona es la distribución del FAE, cuestión controvertida si la hay, y no solo en Santa Clara sino en el resto de la provincia. El problema surge cuando la distribución del FAE pasa a ser solo un tema de “anuncios” y no se cumple efectivamente en su ejecución, de acuerdo a lo que establece la Ley en tiempo, forma y cantidad de fondos.
Para finalizar cabe hacer algunas aclaraciones.
En principio, aquí no se trata de juzgar aquellas acciones y obras positivas para el pueblo; Santa Clara necesita muchas obras e inversiones y las que se realizan bienvenidas sean. De lo que se trata es de enfatizar que para que el pueblo crezca, se desarrolle y acceda a un nivel de vida de calidad, es necesario que las cosas se hagan, sino MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES!!!
Segunda aclaración: la economía del pueblo se basa fundamentalmente en las actividades agropecuarias y en toda una serie de actividades y servicios relacionados, en su mayoría de manera directa, con aquel sector. El conflicto entre el sector agropecuario y el Gobierno si bien ha encontrado “soluciones momentáneas”; abre la puerta a diversas cuestiones que reclaman un urgente y serio tratamiento. Es por este mismo motivo que se aprovecha la oportunidad para convocar a las autoridades del gobierno local a que trabajen seriamente, que se involucren con la problemática del sector agrícola ganadero. Que se realicen obras concretas, no "tractorazos tardios" sino obras reales: como el mantenimiento de caminos rurales, la capacitación para el empleo rural, la mejora del sistema de salud y educación en el área urbana y rural, entre tantas otras cosas realizables. Pues sino: ¿terminaremos como en la fabula? ¿Abriéndole la panza a la gallina de los huevos de oro? Esperemos que no sea así