lunes, 17 de marzo de 2008

Sustentabilidad, democracia y prohibición…? Para reflexionar.

Por elsantaclarinoinforma@yahoo.com.ar
Durante la semana anterior la presidente Cristina Kirchner firmó un proyecto de ley destinado a prohibir la comercialización de lámparas incandescentes y fomentar las de bajo consumo; el proyecto se enmarca en el plan oficial de ahorro de energía. Además la presidente, en uno de sus tan pomposos discursos, asevero que a partir del año 2010 “se prohíbe la fabricación, comercialización e importación de lámparas incandescentes”.¿Es la prohibición el camino para lograr el desarrollo sustentable de una nación?
Suena muy fuerte este interrogante, por eso para suavizarlo y no ser tan alarmista se propone ir desanudando la cuestión paso a paso.
Esta perfecto proyectar y planificar en materia energética, pues la energía es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo económico y social de un país; sin embargo la prohibición no parece ser la política pública más adecuada para la resolución de esta problemática.
Quizás tampoco haya una respuesta única a esta cuestión, pero el mejor camino seria la promoción y difusión de información sobre los usos eficientes de la energía; así como también la concientización de los usuarios.
Otro tema polémico que surgió en estos últimos días, y conlleva implícita una forma de prohibición, es la restricción de la circulación de camiones durante el “fin de semana largo” para garantizar, de alguna manera, la seguridad vial y prevenir los accidentes de transito. Este asunto desato una polémica; y tuvo repercusiones en el sector de los trabajadores transportistas ya que ellos son los más afectados.
La medida adoptada tampoco parece ser la forma apropiada de bregar por la seguridad vial y la prevención de accidentes. Esta cuestión tampoco tiene una solución única ni parece de fácil resolución; se necesita la acción conjunta de toda la sociedad, el gobierno y las organizaciones intermedias para tratarla satisfactoriamente.
Estos sucesos y decisiones nos llevan a reflexionar nuevamente sobre si la prohibición, en cualquiera de sus formas y magnitud, puede ser la vía para lograr el desarrollo en una sociedad democrática.
¿Cual es el futuro de la democracia? ¿Cuanto hacemos, los ciudadanos, por construir ese futuro? ¿Cuánto sabemos sobre nuestros derechos? O será que fallamos en el aprendizaje democrático y nos privamos de ejercer y exigir nuestros derechos y libertades. Esperemos que no sea asi. Reflexionemos.

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