jueves, 30 de octubre de 2008

25 AÑOS DE DEMOCRACIA

Hoy se cumplen 25 años del día en que el Dr. Raul R Alfonsín, de la Unión Cívica Radical fuera elegido como presidente de los argentinos; después de los duros años de dictadura militar que vivió la Argentina.

Después de siete años y medio de una feroz dictadura, Alfonsín se consagró como jefe de Estado con el 51,7 por ciento de los votos frente al 40% que consiguió el candidato peronista Italo Luder. Así, con sus vaivenes, se cumplen 25 años de los inicios de la democracia y del regreso a un gobierno constitucional; de una democracia aun no consolidada ni madura, pero una democracia totalmente perfectible y que nos demanda ciudadanía activa, participación y responsabilidad.

Alfonsín, se presenta hoy como el "símbolo del retorno de la democracia". Así lo calificó la propia Presidente Cristina Kirchner cuando por primera vez en casi cinco años y medio en el poder, el matrimonio presidencial se permitió homenajear a un líder opositor.

Durante su mandato, Alfonsín enfrentó 14 paros generales y varias sublevaciones militares. Su gobierno siempre estuvo amenazado por sectores de las Fuerzas Armadas que se negaban a aceptar el enjuiciamiento por delitos de lesa humanidad. Acorralado por la grave situación económica del país -hiperinflación- debió entregar el poder casi siete meses antes a manos de su sucesor, Carlos Menem. Años después, el propio Alfonsín la calificó como "un error tremendo".
Entre los logros de Raúl Alfonsín hay uno que nunca nadie puso en discusión: su lucha por los Derechos Humanos. Impulsor del juicio a las juntas militares, fue en 1985, cuando al mando del Poder Ejecutivo dispuso, mediante el decreto 158/83, la instrucción por parte del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de una causa contra los miembros de las tres primeras Juntas Militares del llamado Proceso de Reorganización Nacional. Es decir, al Teniente General Jorge Rafael Videla, al Almirante Emilio Eduardo Massera y al Brigadier General Orlando Ramón Agosti.

Tras la intentona de contener el creciente malhumor de las fuerzas, en 1986 Alfonsín se vio obligado a intervenir personalmente para que el Congreso aprobara la ley de Punto Final y Obediencia Debida. Lo que significo un retroceso; que finalmente, el sucesor justicialista, Carlos Menem, hecha por tierra mediante los tristes y vergonzosos indultos otorgados a quienes debían cumplir sus penas.

25 años de esta joven democracia,. Reflexionemos y ayudemos para que crezca bien fuerte y sana. Es un deber y un derecho de tod@s l@s ciudadan@s.

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